El Síndrome de Fatiga Crónica es una enfermedad neuro-endocrino-inmunológica que implica un importante desarreglo bioquímico causando una fatiga física y mental que no se alivia con descanso, no remite y empeora con el ejercicio.
El impacto de esta enfermedad orgánica y multisistémica reduce la actividad de la persona entre un 50% y un 80%. Se acompaña de una sensación de malestar que no cesa, de trastornos importantes de concentración y memoria, dolor en las articulaciones y/o músculos, alteraciones del sueño, inflamación de ganglios y sensación febril, entre otros muchos.
A nivel mundial existe una prevalencia de entre el 0,1% y el 0,4% de la población general. Un 25% sufrirá de una forma muy severa la enfermedad.
Se calcula que un 30% de los afectados cumplen criterios de Fibromialgia y un gran número de casos convive con la Sensibilidad Química Múltiple.
PRINCIPALES SÍNTOMAS
- Agotamiento profundo e incapacitante
- Deterioro de la memoria inmediata
- Síntomas gripales
- Malestar tras el ejercicio (empeorando las síntomas después del ejercicio físico o mental que se produce pasadas 12-48 horas requiriendo de un largo período de recuperación).
- Pensamiento neblinoso
- Ritmo cardíaco irregular
- Respiración acelerada
- Entumecimiento, hormigueo y/o quemazón en las extremidades.
CAUSAS
Se desconoce la causa exacta de EM/SFC. Puede tener más de una causa. Por ejemplo, es probable que dos o más causas posibles trabajen juntas para desencadenar la enfermedad.
Los investigadores están buscando entre estas posibles causas:
- Infección: aproximadamente una de cada diez personas que desarrollan ciertas infecciones como el virus Epstein-Bar y la fiebre Q desarrollan SFC.
- Cambios en el sistema inmunitario: la SFC se puede desencadenar por cambios en la manera en que el sistema inmunitario de una persona responde al estrés o la enfermedad.
- Estrés mental o físico: muchas personas con SFC han estado bajo estrés mental o físico intenso antes de enfermarse.
- Producción de energía: la manera en que las células del cuerpo obtiene energía es diferente en personas con SFC. Sin embargo, no está claro cómo está relacionado con el desarrollo de la enfermedad.
Los factores genéticos o ambientales también pueden intervenir en la aparición de EM/SFC:
- Cualquier persona se puede enfermar de EM/SFC.
- Mientras que es más común en personas de 40 y 60 años de edad, la enfermedad afecta a niños, adolescentes y adultos de todas las edades.
- Entre los adultos, las mujeres resultan afectadas con más frecuencia que los hombres.
- Las personas de raza blanca reciben este diagnóstico más que las personas de otras razas u orígenes étnicos. Pero muchas personas con EM/SFC no han sido diagnosticadas, especialmente entre las minorías.
TRATAMIENTO
En la actualidad, no existe cura para la EM/SFC. El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas.
El tratamiento incluye una combinación de lo siguiente:
- Técnicas de manejo del sueño
- Medicamentos para reducir el dolor, la molestia y la fiebre
- Medicamentos para tratar la ansiedad (ansiolíticos)
- Medicamentos para tratar la depresión (antidepresivos)
- Alimentación saludable
Para mejorar es necesario conocer la enfermedad, así como los límites personales y los recursos disponibles, lentificar la vida cotidiana, moverse en la medida de las posibilidades de cada uno, ser constantes con los tratamientos y suplementos y mantener una buena alimentación e higiene del sueño.
El Síndrome Fatiga Crónica está clasificado por la OMS en el CIE-10 con el código G93.3.